El estuario de la memoria

Se me concedió traer a Guatemala desde mi terruño el vicio del café expreso mañanero y el puro toscano de aroma único y cautivador. Luego me quedé cojo porque la lucha tesonera de la hija de un general logró instaurar la ley antitabaco. ¡Una ley que resultó ser la más observada y respetada de la historia de Guatemala! Afortunadamente el café-bar al que iba con frecuencia estaba localizado en una buena librería, eso me ayudó a olvidar el puro. Observaba allí a muchos lectores enfrentándose a libros complicados, que luego abandonaban a la mitad para buscar textos más sencillos,...