Ricos

Los superricos han existido siempre y a todos nos fascinan. Monarcas que se divinizaron en vida como Akenatón y Luis XIV —que crearon sus propias ciudades-palacio para el culto a su personalidad— son antecesores de los jeques árabes que en la actualidad hacen surgir grandes urbes en medio del desierto. Hombres sin escrúpulos como el especulador Craso de la República romana o el conquistador del Perú Francisco Pizarro son los maestros de los nuevos multimillonarios rusos y chinos, de ambición ilimitada y pocas consideraciones. Príncipes banqueros del Renacimiento como Cosme de...