Santa Brígida de Suecia

Fernando de Bulhöes cambia su nombre y su vida —de caballero del rey pasa a serlo de Cristo— al tomar el sayal franciscano. Desde entonces, se dedicará a trabajar por hacer mejor el mundo que estaba a su alcance: sur de Francia, norte de Italia, Padua... Algo que logró milagrosamente.

Por lo general la crónica de los grandes procesos históricos se concentra en las grandes tendencias, en el análisis de las motivaciones generales y de los eventos más significativos que otorgan su fisonomía distintiva a los hechos. Otra vertiente muy importante, conformada por la perspectiva individual y por el testimonio personal de los protagonistas, rara vez alcanzan la difusión del estudio a gran escala. En ese sentido, este libro apasionante constituye una valiosa excepción. Aquí tenemos una crónica de primera mano acerca del movimiento zapatista que emergió con fuerza en la...

Los diarios de Imre Kertész, publicados en varios volúmenes, comprenden medio siglo de una vida extraordinaria y ofrecen un íntimo relato del pensamiento y de la obra del escritor. A "Diario de la galera" (Acantilado, 2004), el desgarrador testimonio de treinta años de aislamiento en la Hungría socialista entre 1961 y 1991, lo sigue "La última posada" (Acantilado, 2016), que contiene sus apuntes entre 2001 y 2009, período en que el escritor fue diagnosticado con la grave enfermedad que sufrió hasta su muerte. "El espectador", que reúne sus notas entre 1991 y 2001, concluye esta...

Una biografía pero, no una al uso, una novela biográfica y el reflejo del aspecto humano de una de las artistas más conocidas de la historia de España. Aunque hemos visto a Karina miles de veces en televisión, ahora por fin conoceremos a María Isabel Llaudés Santiago, sus orígenes familiares, que van desde su abuelo, que vive la extraordinaria aventura de ser uno de los últimos de Filipinas o su padre, que sufre la guerra civil española, sirviendo en los dos bandos. Karina pasa de ser de clase acomodada jienense a emigrante pobre en el sur de Madrid. "Aquel tiempo de entreluces"...

Me llamo Asia y... lo confieso: tengo cuarenta años. Aunque también tengo negocio propio, casa, hijos y un marido, de vez en cuando. Pero... estoy casi segura de que no soy la persona que creo que debería ser... ¿o sí? No sé... El caso es que, de repente, he descubierto que la vida se me ha despistado y no me ha dejado hacer, sentir y experimentar todo lo que tenía que haber probado, explorado y percibido antes de llegar a esta «crítica» edad. Y, por lo visto, el resto del mundo también se ha dado cuenta ya que se ha confabulado con mis sueños, para hacer realidad mis fantasías...