La Química del Ministerio

El conflictivo tema de los ricos, que tiene como llamativa contraparte a los pobres, es tan antiguo como los recuerdos y registros históricos de la humanidad. Esta realidad ha suscitado la atención de quienes se dedican a la economía, la historia, la sociología, la filosofía, la política y también de quienes se involucran con la religión en general y el cristianismo, en particular. El autor de esta obra parte del relato de Zaqueo (Lc 19,1-10), se pregunta qué entendía la gente por rico en el siglo I, y busca identificar una construcción del personaje rico en el relato evangélico....

Un fuerte liderazgo en la iglesia es exactamente lo que Dios tenía en mente. Sin embargo Gene Getz cree que muy pocas personas entienden el modelo bíblico para el liderazgo de la iglesia. Él ha escrito Principios del Liderazgo de la Iglesia para descifrar el misterio y aliviar la confusión en torno a este tema crítico. En la primera parte del libro, Getz prepara el terreno histórico y bíblico para el cargo del líder. En la segunda parte, él comparte la forma en que él ha aplicado o ha visto estos principios aplicados en los últimos años.

La corona de espinas de Jesucristo representa un símbolo esencial de humildad en la encrucijada de la flagelación y el martirio. Jesucristo yacía impasible en el sombrío crepúsculo del lúgubre abandono y desolación; donde apenas articulaba palabras de ternura para dar paso a las gotas de sangre que germinará triunfante sobre el oprobio para convertirse en la Salvación de la Humanidad. Es la máxima expresión del amor de Jesús que con su cruz enhiesta entre el cielo y la tierra une la majestuosidad del Perdón y la Resurrección de la Vida. A este sacrificio se aproxima la opresión ...

En estos últimos días, el Espíritu Santo ha impulsado bastante a los seguidores de la Palabra, en el sentido de ganar almas.Esos seguidores, cuya diferencia es haber sido salvos por el Señor Jesús, se tornan Sus discípulos y pueden ser comparados a un pequeño arbusto empujado por un viento muy fuerte. Si no se inclinaren, respetando el momento en que pasare el viento, se partirán a la mitad y no subsistirán más. Así deben mantenerse los que aceptaron la Palabra del Señor: totalmente a disposición del Espíritu Santo, a fin de cumplir la misión para la cual fueron llamados.