¡Ya tengo tres años!

El autor recomienda a los chicos y chicas europeos subirse al tejado de sus casas para intentar divisar la aldea donde vive Rubén, situada en un lugar de El Salvador junto al Océano Pacífico. Una vez allí, el libro, de manera irónica aunque no mordaz, describe a los que están en el tejado cómo es la casa del adolescente, su escuela, construida con fondos de la cooperación española, su familia; y cómo el patojo ayuda a su padre cuando sale a faenar a la mar en una frágil embarcación en medio de olas ciclópeas y bondadosos tiburones. Asimismo va narrando el tiempo en que se enamora ...

¿Has comido alguna vez huevos verdes con jamón? Nuestro protagonistas tampoco, y se resiste con todas sus fuerzas a probarlos. Pero no puedes decir que algo no te gusta hasta que no lo pruebas... ¿Verdad? «¡Vaya! ¡Me gustan los huevos verdes con jamón! ¡Que sí, me gustan, Soy Simón! Y me los comería con un marinero. Y me los comería con un carnero. Y me los comeré bajo un aguacero. Y en un tren de pasajeros. ¡Y en una rama, y en un coche, y a oscuras, a troche y moche!» El Dr. Seuss convierte la lectura en una actividad divertida e ideal para compartir entre padres e hijos. La...

La segunda entrega de la serie feminista de ficción protagonizada por Lulú Luego de unas tranquilas vacaciones de invierno junto a su familia, Lulú vuelve al colegio y nota que muchas cosas han cambiado a su alrededor: tiene dos compañeros nuevos y a nadie parece alegrarle su llegada, su amiga Luna ya no se ríe con sus chistes y está muy callada, y, además, por los pasillos circulan unos extraños rumores relacionados con una red social en la que Lulú no está registrada. ¿Será que tiene que hacerse una cuenta y enterarse de qué pasa? ¿Hasta qué punto será cierto lo que ha...

Por culpa de un lengüetazo de luna, una niña se convierte en niña-loba. Todos sus días son días de lobos. Y por más que su papá ruga: "Eres una niña, no una loba", y por más que su mamá la mande castigada a su cuarto; sigue estrellándose contra el piso con su bicicleta intentando alcanzar la luna. Ella conoce de sueños y de vuelos altos, sabe invocar a los espíritus de la tarde y ser un aullido que gira en la llanta que rueda jardín abajo; pero también conoce el dolor cuando te pica una abeja en el brazo, o cuando tu estómago se vacía porque no siempre te gusta estar sola. Un ...