Tierra Planeta Extraño

Esta serie cuenta con un grupo de pequeños extraterrestres guardianes de la naturaleza que salen de su planeta en la búsqueda del mayor contaminador del universo, el perverso Zirt Zlunder. El se escapa y viene a vivir en el planeta Tierra. Este libro empieza, la saga de los Pequeños Guardianes alrededor del universo detrás del temible Zirt Zlunder, el mayor contaminador de todas las galaxias. Ellos le persiguen en un intento de detener a Zirt Zlunder antes de que llegue a Tierra para contaminar aún más nuestro planeta.

Esta historia cuenta cómo un niño, sin quererlo, sube a un cuadrilátero: sólo que el combate no será máscara contra cabellera, como los que tanto disfruta en los espectáculos deportivos. Tendrá que pelear con toda su fuerza interior para sanar de leucemia, un viejo y mañoso adversario.

Siempre es interesante leer y releer las obras de Darwin por la riqueza de los datos que aporta a sus reflexiones sobre el misterio de los misterios que subyace en el principio de la existencia. Aventurarse en este Diario de los primeros tiempos de un Darwin joven, abierto a las respuestas que da la Naturaleza, tiene el aliciente, además, de descubir el germen de su gran obra, El origen de las especies.

¡El cielo es real, y te va a encantar! Colton Burpo regresó de su viaje al cielo con un mensaje muy importante: Jesús realmente, realmente ama a los niños. En un esfuerzo por llegar a más familias con esta historia eternamente importante, El cielo es real, se ha simplificado y se le ha dado un formato especial para los niños más pequeños. Los pequeñitos sentirán el mismo consuelo y bienestar y la seguridad que tantos niños mayores han recibido del libro ilustrado. Bellamente ilustrado bajo la dirección de Colton, El cielo es real, para pequeñitos puede ayudar a los padres...

Lentas aguas estivales pasan ante los ojos de quien la tímida orilla pasea. Entretanto, barcas, hojas tiernas, alguna flor, la mano abandonada de un navegante, surcan el río. Efímeras ondas aparecen. Y así, el Támesis, en la plácida tarde, sostiene sin descanso la esperanza.