Secretos muy personales

Quinto de la serie. Desde que Rebecca Peters se había mudado al tranquilo vecindario de Danbury Way, la bella especialista en moda se había convertido en una gran amante de los animales gracias al veterinario del barrio, el doctor Joe Hudson.Desde luego que el veterinario local y la sofisticada Rebecca no tenían nada que ver el uno con el otro; pero una vez más, los polos opuestos se atraían. Joe podría ayudarla a encontrar por fin a su padre y así resolver los misterios de su pasado... y quizá ella pudiera enorgullecerse de haber sido la única mujer capaz de colarse en el corazón...

Neil Gaiman nos transporta a su universo a ratos terrorífico, a ratos tremendamente bello, y nos regala un nuevo punto de vista sobre el mundo, uno que sólo puede salir de la pluma de un creador único y original como él.

Meet Meredith "Merry" Janes, the queen of quirky and Sebastian "Bash" Webber, the heartthrob who's fallen into the friend zone abyss. Merry, a down-to-earth country girl with a fashion sense that's more miss than hit, decides Bash is just too much eye candy for her average life. Yet, there's a warmth in their friendship that keeps her cosily cocooned. Bash, on the other hand, can't help but be smitten by Merry's adorable charm. He's ready to turn the page on friendship and pen a romance with Merry as the leading lady. The catch? Merry's firmly planted him in the friend zone, and Bash needs a...

Durante siglos, nadie escuchó nada de lo que sucedía fuera de Verusia, la oscuridad acechaba en el centro del imperio Templum. Pero cuando un mensajero llegó a la Sagrada Ciudad de Aeterna, trajo consigo noticias sobre las fortalezas que fueron abandonadas de manera misteriosa, y los trescientos soldados de las afueras de Trajinot, fueron empalados justo fuera de los muros de la ciudad, lo que significaba que el Lord Lich estaba nuevamente en movimiento. Con un ejército de muertos, este esperaba entre las sombras oscuras de los árboles de Schwarzwald. Los Templum envían a sus tropas...

Hermes Trimegisto regresa a casa de su padre, profesor de química retirado, y lo encuentra asesinado. El inspector de policía sospecha, a tenor de las pruebas encontradas, que el difunto pudiera ser un alquimista capaz de convertir cualquier metal en oro, y por eso lo mataron.