Norah Lange fue una escritora, poeta y ensayista argentina, nacida el 3 de octubre de 1905 en Buenos Aires y fallecida el 18 de agosto de 1972. Es considerada una figura crucial en la literatura argentina del siglo XX, destacándose por su estilo innovador y su capacidad para explorar la complejidad de las emociones humanas.
Desde muy joven, Lange se vio influenciada por el ambiente literario de su ciudad natal. Su familia estaba conectada a varios escritores y artistas, lo cual le proporcionó una rica educación cultural. Langue, quien era parte del grupo literario conocido como Grupo de Boedo, se rodeó de figuras prominentes de la literatura argentina, como Roberto Arlt y Rosaura Sánchez.
En 1924, Norah Lange publicó su primera obra, una colección de poemas titulada “La guerra del fuego”, que se recibió con elogios por su originalidad y profundidad lírica. A partir de ahí, su carrera literaria despegó, y rápidamente se hizo un nombre dentro del ámbito literario argentino. Su poesía a menudo trataba temas como la soledad, el amor y la búsqueda de la identidad, todo ello expresado a través de un lenguaje intenso y evocador.
Más allá de su poesía, Lange también se destacó en la narrativa. Su novela “Los dos”, publicada en 1932, es uno de sus trabajos más reconocidos. Esta obra es un claro ejemplo de su habilidad para crear personajes complejos y escenarios que exploran la condición humana. La novela aborda la relación entre dos amantes, sus conflictos internos y sus luchas por encontrarse a sí mismos en un mundo caótico. El tratamiento que Lange da a la historia del amor y la angustia existencial es lo que la distingue de otros autores de su tiempo.
En 1935, Norah Lange se unió a la editorial Los Anales de Buenos Aires, que fue fundada por el famoso escritor y ensayista Victoria Ocampo. Esto le brindó la oportunidad de colaborar con otros escritores y pensadores de la época, enriqueciéndose con intercambios literarios y culturales. Lange también contribuyó a diversas revistas literarias, donde sus ensayos y críticas literarias ayudaron a dar forma al panorama literario argentino.
A través de su carrera, Lange no solo se centró en su propia escritura, sino que también se dedicó a fomentar el talento de otros escritores. Participó en talleres de escritura y se convirtió en una mentora para muchos jóvenes autores. Su influencia se extendió más allá de la literatura, ya que también participó en movimientos sociales y políticos de su tiempo, defendiendo los derechos de las mujeres y promoviendo la educación y la cultura.
A pesar de su éxito y su prolífica producción literaria, Norah Lange enfrentó varios desafíos personales a lo largo de su vida, incluyendo la pérdida de seres queridos y problemas de salud. Sin embargo, su resiliencia y pasión por la escritura nunca disminuyeron. A lo largo de su vida, recibió diversos premios y reconocimientos por su contribución a la literatura, consolidando su legado como una de las voces más significativas de su generación.
Al final de su vida, Norah Lange se retiró de la vida pública y se trasladó a La Plata, donde continuó escribiendo hasta su muerte en 1972. Su obra ha sido objeto de interés y estudio, y su legado perdura en la literatura argentina contemporánea. Autores y lectores por igual continúan encontrando inspiración en su poesía y narración, lo que la convierte en un referente indispensable para comprender la evolución literaria de Argentina.
En resumen, Norah Lange no solo dejó una huella importante en la literatura argentina con su poesía y prosa, sino que también fue una figura pionera en la lucha por la igualdad de género y la educación en su país. Su vida y obra son un testimonio de la riqueza cultural y literaria de Argentina, y su legado sigue vivo en la actualidad.