Páginas de vuelta a casa

Había una vez una princesa bonita y sencilla como ninguna y le gustaba hacer canciones y versos bajo la luna todos los hombres la admiraban y querían tenerla y la enamoraban con diamantes y una que otra perla pero a ella no le importaba porque solo con flores la enamorabas ella era distinta a las demás princesas a ella no le importaba lujos ni riquezas ella era sencilla y jugueteaba con las olas del mar como cuando era chiquilla... y pasaban los días pero ningún hombre podía enamorarla pero un buen día recibió una carta de un príncipe y en cuanto la leyó su corazón sin pensarlo lo...

Dos hermanos gemelos nacieron en Bogotá. Al mismo tiempo, otros nacieron el Santander. Estos últimos, hijos de una familia de escasos recursos, fueron trasladados a Bogotá por problemas médicos. En la clínica fueron intercambiados y sus padres, sin saberlo, se llevaron cada uno a un bebé equivocado. Veinte años después, por coincidencia, los dos pares de gemelos se reencuentran y descubren que fueron cambiados cuando eran bebés. Hermanos por accidente es la historia real de cómo fue el proceso, tanto para los papás como para los gemelos, de conocer su verdadera familia y a su...

¿Pensaste alguna vez en cómo es la dinámica de una familia con un hijo con discapacidad? ¿Conocés a alguien que esté en esa situación? ¿Te imaginás cómo atraviesa la infancia el hermano de ese niño? En este libro, Adriana Daniela Barrientos parte de su experiencia para ponerse en la piel de esos hermanos cuya infancia se ve desarmada por la llegada de un niño especial a la familia y con qué herramientas se vuelve a construir una nueva realidad. La autora nos invita a conocer esa otra parte, a sacar de las sombras a todos aquellos que son compañía, tranquilidad, dulzura y amor.

La primera vez que escuché la palabra Pseudoacondroplásia me sonó como a supercalifragilisticuespialidoso. Yo siempre había sido enana, pero quizás había llegado la hora de llamarlo por su nombre, aunque entre nosotros sigo utilizando la palabra enanita. Pero es que, el nombrecito tiene tela. ¿No creéis? En muy pocas ocasiones pese a medir 1,23 me he sentido diferente, por lo que os prometo un libro loco y divertido como yo, lleno de optimismo y consejos para todos. No penséis que solo es un libro para Pseudoacondroplásicos. Porque NO es así, de hecho casi se podría decir que...