Orbit: George R.R. Martin: The Power Behind the Throne

“12 de junio de 1942. Espero poder confiártelo todo como aún no lo he podido hacer con nadie, y espero que seas para mí un gran apoyo”. Tras la invasión de Holanda, la familia Frank se ocultó de la Gestapo en una buhardilla anexa al edificio donde el padre de Anne tenía sus oficinas. Allí permaneció recluida desde junio de 1942 hasta agosto de 1944, fecha en que sus miembros fueron detenidos y enviados a campos de concentración. En ese lugar y en las más precarias condiciones, Anne, una niña de trece años, escribió su estremecedor Diario: un testimonio único sobre el horror...

Party, besties, restaurantes, beauty, viajes, shopping... ¿qué podría faltarle a la princess sampetrina que lo tiene todo? Un prince charming, ¡obvi! Cindy está segura de haber encontrado el partidazo tipo bien que ha esperado toda la vida en el guapísimo Max, flamante ejecutivo de Mexico City con quien le palpita el dedo del anillo, ¡cañón!, desde el primer momento. Cuando después de unos encantadores meses de romance Max desaparece y la bloquea de todas sus redes sociales, nuestra rubia heroína pierde por completo la cabeza y se lanza a perseguirlo por medio México para hacerle...

In this fun seek and find book, children will love to look for the odd one out in the bright pictures of familiar things around the home. En este divertido libro, los ni�os disfrutar�n buscando las diferencias con im�genes de cosas que tienen en casa.

Segundo número de la versión gráfica de «La Torre Oscura». El pistolero ha venido a un duro mundo de misterio y violencia. Susan Delgado ha muerto. Clay Reynolds y los vestigios de los Cazadores del Gran Ataúd han montado una persecución. El ka-tet, en su huida de Hambry, se rompe mientras el mal crece. Será un largo camino a casa. Todo indica que Roland se ha perdido en el mundo encantado del Pomelo de Maerlyn: las fuerzas oscuras que en él se ocultan quieren apoderarse de su alma. Cuthbert y Alain deberán emplear todo su coraje para regresar a Gilead con Roland a cuestas. Pero...