Orar en cuerpo y alma

Agustín escribe: «¡Oh sacramento del amor de Dios!... El que quiere vivir tiene dónde vivir, tiene de quién vivir. Que se acerque, crea, se una al cuerpo de Cristo para ser vivificado». La libertad infinita de Dios se inclina sobre la libertad finita del hombre, como unamadre se inclina sobre su hijo. La inextinguible riqueza del misterio eucarístico es como la luz del sol sobre los mosaicos de San Marcos. Ilumina la belleza de las innumerables teselas de la vicisitud humana, desvelando el designio completo que da sentido incluso a las más oscuras y gastadas por el paso del tiempo.

Sabemos muy bien que cuando se inicia un año todos queremos organizar nuestras vidas y, para una buena organización, una AGENDA es de gran utilidad. Y la razón principal es que se nos pueden presentar muchas actividades cada día, cada semana y cada mes, y confiar solo en nuestra memoria no es recomendable porque podríamos olvidar algo importante al llevar una vida muy ocupada. Con una agenda, la cual podemos ver en diferentes momentos, planificamos las actividades que llevaremos a cabo cada día, semana o mes y nos preparamos mejor de antemano. Por lo tanto, los espacios para cada día...

¿Es realmente posible el cielo en la tierra? Cuando lidiamos con la derrota y el desánimo, el Espíritu Santo es la clave para la victoria y la paz. El autor de éxitos de venta, Dr. Myles Munroe, nos muestra cómo: Poner orden en el caos en nuestra vida Recibir el poder de Dios para sanar y liberar Cumplir nuestro verdadero propósito con gozo Ser un líder en nuestra esfera de influencia Ser parte del gobierno de Dios en la tierra Tenemos acceso al mundo invisible del Espíritu y podemos traer a la tierra influencia celestial. Cuando recibimos al Espíritu de Dios en nuestra vida,...

Campos de sangre es una impecable investigación y una celebración apasionadamente argumentada de las ideas y los movimientos religiosos que se han opuesto a la guerra y han fomentado la igualdad, la paz y la reconciliación. En esta obra la autora pretende corregir la generalizada condena de la fe como algo violento.