No beses nunca a tu ex

El rosal de Julia por Frederic Doillon. “De repente, ella se arrepintió. Corrió a toda prisa hacia su rosal, y de un solo tirón, lo arrancó de la tierra. La escabulló bajo su suéter y corrió al auto”. Julia vive en el campo, en “La Casa de la Felicidad”. Ella no va a la escuela y aprende a leer gracias a las plantas del jardín. Un día, encuentra una pequeña rama de rosal, toda mustia. ¡Ella lo salva y el rosal crece! ...pero deben irse a París. Este desarraigo de la tierra se hace difícil y necesita una adaptación fuera de lo común. Con mucha poesía, un toque de...

Nancy Mitford recupera en Amor en clima frío personajes y situaciones de su anterior novela, A la caza del amor. La acción se traslada en este caso a la espléndida mansión de los Hampton, hogar de Lord y Lady Montdore. Lady Montdore, brillante figura de la aristocracia de su época, está empeñada en arreglar el mejor matrimonio para su hija única, Polly, pero sus maniobras acabarán estrellándose, una tras otra, contra el aparente desinterés de Polly en esos temas. Sorprendentemente la prominente situación social de Polly Hampton, una de las jóvenes más bellas y ricas de su...

Milagros, con tan solo nueve años, sufre la muerte de su madre y el abandono injustificado del padre. Quien se ve obligada a enfrentar sola en su adolescencia y juventud, momentos difíciles que marcarían su manera de vivir, casi en total aislamiento, no confía en nada, ni en nadie. La verdadera Milagros se esconde detrás de una coraza de dureza y frialdad. Después de una cadena de sucesos en extremo peligrosos y sangrientos, la joven Milagros ve la posibilidad de alcanzar sus sueños y esperanzas. Cuando el lector recorra con su mirada las páginas de este libro, percibirá más que...

No creo en tu fidelidad: "La almohada sola. La cabeza de Rafa hacía una compañía enorme y su cuerpo y sus besos y caricias. Rafael resultaba demasiado posesivo. Pero a ella le gustaba que lo fuera. También le gustaba pensar en sí misma. ¡Quién iba a decirle que Kico Entrialgo iba a estar allí destinado de notario...! Había casualidades molestas. No por ella, claro. Por el pasado y por Kico mismo. Ella no tenía la culpa de nada. Es decir, sólo de haberse equivocado."