Milagros muerte en las calles

Porque va buscando a una fugitiva, porque se ha enamorado o porque quiere saber lo que es vivir, cada inmortal tiene motivos diferentes para dejar Marónea, la ciudad donde nadie muere, y permanecer en la tierra.Clara, sin embargo, solo ha encontrado en el plano mortal el rechazo de parte de su familia sanguínea y ha conocido lo que es tener el corazón roto. Tantas emociones negativas le harán preguntarse: si la vida es tan dura y tan cruel a veces; si se sufre rechazo, desamor y tantas tristezas, ¿vale la pena experimentarla?La disyuntiva se abre ante Clara: recorrer el camino de la...

La joven Sara Willis decide investigar las condiciones en que las reclusas de Londres son enviadas en barco a Nuevo Gales del Sur, en Australia. Para ello las acompaña en el viaje en calidad de maestra, pero tras unas semanas en alta mar su barco es...

La paciencia no es uno de los puntos fuertes de Tiziano, y que es un hombre al que no le cuesta sacarles las entrañas a sus estorbos es algo que sabe todo el que lo conoce. Sobrepasado por el giro de los acontecimientos y los nuevos descubrimientos en la familia de los Sabello, el diablo tratará de dar con su ángel, aunque sea en el fin del mundo. El problema será que cuando encuentre al verdadero culpable, lo de rajarlo de arriba abajo será misión imposible porque romperá el corazón de la muchacha que tiene su alma atrapada. Adara demostrará que no ha llegado al mundo para que tomen ...

Un bestiario del hombre como lobo de sí mismo. De Emiliano Monge, autor de Las tierras arrasadas, ganadora del IX Premio Iberoamericano de Novela Elena Poniatowska. Los once cuentos reunidos en este libro dibujan el fantasma de una constelación. Y el signo que preside esta constelación es el de la Violencia. La superficie más honda es un bestiario del hombre como lobo de sí mismo: de la árida intimidad del terror familiar hasta la voracidad de un linchamiento, físico o mediático, la ira y la erosión son aquí las soberanas. Como si los personajes fueran peones de una voluntad...