Lamparitas rojas

Colomba y su tía abuela Lucrecia viven muy cerca de la playa, tan cerca que desde su casa se escuchan las olas del mar. Una mañana, en que hacía más calor que de costumbre, la tía abuela Lucrecia lanzó al aire sus cinco conchas marinas y, al ver donde cayeron, le dijo a su sobrina nieta que las estrellas del mar les dijeron a las del cielo que vendrían unos visitantes. En ese momento golpearon a la puerta. Colomba abrió y se encontró con un pingüino.

Marcela es una niña con mucha imaginación, así que siempre está pensando en hacer algo. Una tarde llenó una bolsa de supermercado con cosas importantes que recogió del jardín. A la hora de bañarse las llevó al baño para hacer a su mamá una crema facial y dejar en la ventana una maceta con bencina para extraterrestres...

Zoé, Álex, Marc, Liseta y Kira viajan a Río de Janeiro, ¡en pleno carnaval! Siguen la pista de un ladrón de arte internacional apodado el Barbas, que cada vez que roba un cuadro deja una reproducción del mismo con una barba. El padre de Zoé sospecha que el Barbas va detrás de su última adquisición, un Nicasso, y por eso pide la ayuda de la Banda. Y, por si fuera poco, en medio de los robos, Amanda quiere ser coronada reina del carnaval... ¡Argh! Acompaña a la Banda en su aventura más rocambolesca y carnavalesca, ¡y con Kira a ritmo de samba!

Through her great capacity to love, a kind and beautiful maid releases a handsome prince from the spell which has made him an ugly beast.

While learning to make tortillas on her seventh birthday, Magda tries to make perfectly round ones like those made by her grandmother but instead creates a variety of wonderful shapes.

On a first solo visit with her grandmother outside Mexico City, a young girl discovers what makes Grandma so special in this enchanting and personal picture book. Julia va a pasar el verano en casa de su abuela –será su primera vez lejos de papá y mamá. En la casa de la abuela, acurrucada en las faldas de una montaña a las afueras de la Ciudad de México, la brisa es dulce como el jazmín y una buganvilla rosada trepa por las paredes de la casita. Este lugar tiene algo especial, piensa Julia, y la abuela, definitivamente, tiene algo de especial también. Algo así como la forma en que...