Jiddu Krishnamurti, nacido el 12 de mayo de 1895 en Madanapalle, India, es uno de los filósofos y oradores más influyentes del siglo XX. Desde temprana edad, mostró una notable sensibilidad espiritual y una profunda capacidad para la reflexión. Su vida dio un giro significativo en 1909 cuando fue considerado el "Nuevo Maestro" por la Sociedad Teosófica, que creía que él sería el instructor mundial de la humanidad.
Krishnamurti fue educado en un entorno teosófico y, a lo largo de su juventud, se le preparó para asumir el papel que se esperaba de él. Sin embargo, en 1929, en una sorprendente ruptura con la Sociedad Teosófica, declaró que el concepto de un maestro o salvador era una ilusión. Esta decisión fue fundamental en su vida, ya que le permitió desarrollar su propio enfoque filosófico sin las limitaciones de dogmas religiosos o estructuras organizativas.
En sus enseñanzas, Krishnamurti enfatizaba la importancia de la libertad individual y la autoexploración. A través de sus charlas y escritos, instó a los individuos a cuestionar sus creencias y patrones de pensamiento, y a encontrar la verdad dentro de sí mismos. Creía que la comprensión profunda de uno mismo era esencial para la transformación personal y social. Este enfoque lo llevó a viajar por el mundo, dando conferencias y dialogando con personas de diversas culturas y antecedentes.
Uno de los temas centrales en la obra de Krishnamurti es el concepto de la atención plena. Para él, la atención plena no es solo la práctica de la meditación, sino una forma de vivir que implica estar presente en cada momento y ser consciente de nuestros pensamientos y emociones sin juicio. Esta visión lo distingue de otros pensadores contemporáneos, ya que su enfoque es más directo y radical en la comprensión de la mente humana.
A lo largo de su vida, Krishnamurti publicó numerosos libros y participó en diálogos con científicos, educadores y otros pensadores, explorando temas que iban desde la educación y la psicología hasta la religión y la política. Sus obras más conocidas incluyen "La primera y última libertad", "La libertad de ser tú mismo" y "En busca de la verdad". En estos textos, se refleja su estilo único de cuestionamiento y su profundo deseo de que las personas se enfrenten a sí mismas y encuentren su propio camino.
Además de ser un pensador influyente, Krishnamurti también fundó varias escuelas en diferentes partes del mundo, como en la India, Estados Unidos y Reino Unido. Estas instituciones se centran en un enfoque educativo que promueve la curiosidad, la creatividad y la libertad de pensamiento, en contraposición a los métodos educativos tradicionales, que a menudo priorizan la memorización y la conformidad.
Jiddu Krishnamurti falleció el 17 de febrero de 1986 en Ojai, California, pero su legado perdura a través de sus escritos, grabaciones y las escuelas que estableció. A menudo es recordado no solo como un filósofo y maestro, sino como un faro de luz para aquellos que buscan respuestas en un mundo que a menudo parece caótico y confuso. La esencia de su enseñanza reside en la idea de que la verdadera transformación comienza en el interior y que el autoconocimiento es el primer paso hacia un cambio significativo en la vida.
La influencia de Krishnamurti se puede sentir en diversas disciplinas, incluyendo la psicología, la educación y la espiritualidad, donde su enfoque radical hacia la libertad y la autocomprensión continúa inspirando a millones de personas alrededor del mundo. En sus palabras, "No es un signo de salud estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma", invitando a las personas a cuestionar lo que se considera normal y a buscar una vida auténtica.