Amado Nervo, nacido como Juan Crisóstomo Ruiz de Nervo el 27 de agosto de 1870 en Tepic, Nayarit, México, fue un destacado poeta, novelista y ensayista, reconocido principalmente por su contribución a la literatura modernista en el ámbito hispanoamericano. Su obra abarca diversos géneros literarios, aunque es en la poesía donde se siente su influencia de manera más intensa.
Desde una edad temprana, Nervo mostró un gran interés por la literatura. A los catorce años, se trasladó a la Ciudad de México, donde se adentró en el mundo literario. En esta ciudad, comenzó a trabajar como periodista y colaborador en diversas publicaciones, lo que le permitió establecer contactos con otros escritores y artistas de la época. Con el tiempo, se convirtió en uno de los más importantes exponentes de la literatura modernista, un movimiento caracterizado por su búsqueda de la belleza, la innovación en el lenguaje y la exploración de temas existenciales y sentimentales.
En 1896, Nervo publicó su primer libro de poemas titulado La urna, que recibió críticas positivas y le abrió las puertas a la fama. A lo largo de su carrera, su obra poética se destacó por la musicalidad de sus versos, el simbolismo y su profunda exploración de los sentimientos humanos. Algunos de sus libros más reconocidos incluyen Los jardines interiores (1905) y La amada inmóvil (1922), que son testimonio de su talento y sensibilidad.
Además de la poesía, Nervo incursionó en la prosa. Su novela El bachiller, publicada en 1904, refleja su estilo modernista y su visión del amor y la soledad. También escribió ensayos y artículos sobre temas variados, incluyendo el amor, la muerte y la espiritualidad. A lo largo de su vida, Nervo mantuvo una profunda conexión con el misticismo y la filosofía, lo que se tradujo en sus escritos y que le valió el reconocimiento de sus contemporáneos.
La vida personal de Nervo estuvo marcada por el sufrimiento. Su relación con la poeta Clara de la Torre fue intensa pero trágica; la muerte de ella en 1910 afectó profundamente al autor, quien dedicó gran parte de su poesía posterior a la exploración del duelo y la pérdida. Esta experiencia personal enriqueció su obra, aportando un matiz de melancolía y reflexión sobre la vida y la muerte.
A lo largo de su vida, Nervo recibió varios premios y reconocimientos, incluyendo el Premio Nacional de Literatura en 1923. Su legado perdura en la literatura mexicana y latinoamericana, y su influencia se puede sentir en numerosos poetas y escritores que lo siguieron.
Amado Nervo falleció el 24 de mayo de 1919 en Buenos Aires, Argentina, dejando un legado literario que continúa siendo estudiado y apreciado en la actualidad. Su obra no solo es un reflejo de su época, sino que también aborda temas universales que resuenan con las generaciones posteriores. Nervo es recordado no solo por su maestría en el verso, sino también por su profunda sensibilidad hacia la condición humana.
En resumen, la vida y obra de Amado Nervo son un testimonio del poder de la expresión literaria. Su búsqueda por la belleza, la verdad y la comprensión del alma humana lo convierten en una figura central en la literatura modernista, y su legado sigue vivo en el corazón de los amantes de la poesía.