Colegiala (Puck 1)

Vuelve la estudiante, deportista, capitana y detective Puck en una nueva edición actualizada ilustrada por Montse Martín. ¡Últimas noticias! ¡El internado Egeborg podría cerrar sus puertas para siempre! Convertida en una intrépida reportera del nuevo periódico escolar, Puck buscará el modo de salvar su querido colegio... sin imaginar que ella misma está a punto de saltar a la primera página.

Vuelve la estudiante, deportista, capitana y detective Puck en una nueva edición actualizada ilustrada por Montse Martín. La vida en el internado mixto Egeborg va viento en popa para Puck. El barco que capitanea el padre de su amiga Navío pronto atracará en el puerto cercano y todos irán a visitarlo. ¡La diversión está servida! Y también el misterio...

Join Gala as she looks for her dog, Patitas, who's lost at the amusement park. The Ferris wheel, the carousel, the roller coaster... unfold the pop-ups for every ride at the park!

Ahora en Netflix. Basada en la serie de libros bestsellers de Anna Dewdney. Llama Llama y sus amigos van de campamento. Llama no puede decidir qué será más emocionante: dormir afuera en la tienda ¡o asar bombones sobre el fuego! De hecho, el pobre Euclid no está seguro de que pueda sobrevivir una noche sin todas sus cosas, sus objetos. ¿Podrán Llama y su Mamá convencer a Euclid de que ir de campamento es una experiencia natural? ¡No necesita ningún objeto demasiado especial! ENGLISH DESCRIPTION Now in Netflix. Based on an episode of Llama Llama's animated Netflix series all about...

Follow baby turtles on a nighttime adventure! First, read the story in Spanish. Then, flip to the next page and read it again in English. Comparing words in both languages helps early readers with comprehension and literacy. Plus, bright animal illustrations encourage a love of storytime.

Me llamo Márgara Averbach. Cuando era chica, mis padres, mi hermano y yo viajábamos mucho, siempre en auto. A San Salvador de Bahía, en Brasil; al Cuzco, en Perú; a Ushuaia por una ruta toda de ripio, no de pavimento como ahora. Eran días y días de auto y para que el viaje se nos hiciera más fácil, mi mamá nos leía en voz alta. Un libro a papá, el único que manejaba; un libro, a nosotros dos, en el asiento de atrás. En esos tiempos, lo confieso, a mí me gustaba tanto el viaje como el lugar al que llegábamos. Y me gustaba porque dentro del auto, el aire era todo historias. Desde ...