Tú te figuras que me ves, pero yo ya no existo

A mediados del siglo XXII, la humanidad aún creía que éramos la única especie inteligente del universo. Junto con descubrir que no estábamos solos, nos enteramos de que la Tierra sería destruida por una de las razas más perversas de la galaxia. Un hecho que no se puede detener ni evitar. Sin embargo, cada segundo cuenta. No para salvar la Tierra ni sus habitantes, para salvar a la humanidad de su extinción. Este libro de ciencia ficción habla de sacrificio, deber y compromiso por obtener una oportunidad para enfrentar a una raza alienígena que cuenta con miles de años de avances....

Tú eres para mí: "Maud y Sandra Marshall entraron en el comedor particular, situado junto a la cocina, y mientras Maud asomaba la cabeza por la puerta, Sandra dejándose caer ante la mesa. Maud vestía un pijama negro y una bata oscura. Su cabello era rubio y lo llevaba enroscado en unos moñitos ridículos. Tenía veintidós años y unos ojos azules, sin expresión definida... Su hermana Sandra vestía también pijama, de un color verde chillón, y una bata amarilla. Sandra contaría a lo sumo veinticuatro años y sus ojos eran de un azul gris y de fría expresión. No eran bellas, pero...

Mis padres y yo pertenecíamos al clan de hombres lobo de Sergei. Vivíamos en la frontera entre Rusia y Alaska. Cuando Sergei, nuestro macho alfa, anunció que el clan se trasladaba a Alaska, pensé que no tenía sentido, ya que nuestro nuevo pueblo parecía exactamente igual que el de Rusia. Pocos meses después, yo estaba cazando linces, pumas, alces y osos polares. Una noche, me apeteció acercarme a mi lugar preferido del río. Me escabullí de la cabaña mientras mis padres dormían. Me transformé en lobo y empecé a correr en dirección al río. La nieve fresca me divirtió...

Un thriller absolutamente trepidante por el autor que arrasa en Francia. Alice no recuerda absolutamente nada de lo que ocurrió la noche anterior... ¿Qué hace en Central Park si ayer estaba en los Campos Elíseos? Alice Schäfer, capitana de la Brigada Criminal de París, se despierta profundamente desorientada. Se encuentra en el banco de un parque, su blusa está manchada de sangre; lleva un arma que no es la suya, a la que además le falta una bala; y, lo que resulta más inquietante, está esposada a un desconocido. Lo último que recuerda es haber bebido más de la cuenta con sus...