Sandoval y Expósito. Muerte en la ducha y otros relatos

Altamut, en la cima de una montaña alicantina que mira al mar, se vació a principios del XVII con la expulsión de los moriscos y se desbordó de población a finales del XX con la invasión de miles de europeos, copando su casco antiguo y punteando de chalets la Sierra Grande. Siguiendo al comisario Víctor Forn, físico de formación y filósofo de vocación, encontraremos a una pintora parisina muerta en su casa estudio, un financiero belga desaparecido, la dicotomía entre los hombres peripatéticos y los patéticos, las consecuencias de las decisiones del duque de Lerma, las minas de...

Una mañana, Katiana, la joven mas hermosa de un pueblo ubicado en las montañas, conoce a Brian Jackson, un simpático y adinerado muchacho, quien no es quién aparenta ser, y por el cual sentirá una intensa y extraña atracción. Ese mismo día, el profesor de matemáticas de la escuela es asesinado. Esto desencadenará una serie de peculiares eventos, donde la joven se verá involucrada. Katiana terminará en medio de un conflicto de seres legendarios, y en compañía de Brian y Oscar, un peculiar cazador, intentarán desenmascarar y detener a los poderosos seres sobrenaturales que...

Después de tener que abandonar a Finn, su primer gran amor, Cleo se despierta en la enfermería de la legión. Aunque no ha perdido la memoria, nada sucede cómo había planeado con los rebeldes. Los jefes de la legión no ven en ella ninguna amenaza y vuelven a la rutina de siempre, en la que Cleo ya no encuentra su lugar. Solo parece interesarse por ella la jefa de la legión A350 y consigue que la escuche. Pero cuando Finn se convierte, de pronto, en prisionero de la legión, todos sus planes se desvanecen. Cleo se verá obligada a decidir el destino de Finn: hacerle perder sus recuerdos...

Dice Pitol que en unas vacaciones, solitario en una casa de campo, comenzó a escribir sus primeros cuentos. Debía de tener veintitrés o veinticuatro años. Pasaba allí la convalecencia de una ruptura amorosa, también la primera. Se proponía odiar al mundo, pero no lo conseguía. Por las mañanas escalaba las alturas de una cordillera donde se enclavaba su cabaña. En esos paseos intentaba rodearse de una aureola romántica, decadente, aun diabólica. Buscaba los acantilados más escabrosos, los más peligrosos, pero al llegar allí cualquier tentación tanática se disolvía de...