Resentimiento en el paramilitarismo

Tener una mente abierta no es tan fácil cuando vivimos en una sociedad saturada de divisiones, deteriorada por las tensiones, los prejuicios e incomprensiones. Nos encontramos con muchas dificultades para lograr hacer de nuestra diversidad una riqueza. El objetivo de este pequeño libro no es dar lecciones de filosofía o ética, sino proponer un listado de herramientas que quizás nos permitan no dejarnos llevar tanto por nuestras certezas y ser más tolerantes. La apertura de mente no se decreta, se trabaja. ¡Pongámonos a ello!

Este trabajo pretende aportar una visión sociológica sobre el colectivo juvenil de Jaén capital de la segunda mitad de los noventa. El estudio aborda, desde una doble estrategia metodológica (estructural y distributiva), realidades tan diversas como el trabajo, la formación, los valores, el ocio y el consumo, y las relaciones familiares.

Por primera vez, un sociólogo pone sobre la mesa todas sus cartas. El autor de este libro destripa, a la vista de todos, las jugadas que le han convertido en sociólogo y los juegos que puede jugar como sociólogo. Construye, además, un paradigma complejo de la investigación social, que integra: verticalmente, los niveles tecnológico (cómo se hace), metodológico (por qué se hace así) y epistemológico (para qué y para quién se hace); horizontalmente, las perspectivas distributiva (cuyo modelo es la encuesta estadística), estructural (cuyo modelo es el grupo de discusión) y...

En el mundo occidental actual, se escribe y se dice mucho acerca de la violencia contra la mujer. Se crean instituciones, convenios y se aprueban leyes que velan por su integridad; por ejemplo, la Unión Europea creó el "Convenio de Estambul" que busca prevenir y luchar contra este flagelo. Esto está bien. Sin embargo, por culpa de un pasado que sometió y mantuvo a muchas mujeres en condiciones infames de humillación y a unos pocos hombres desequilibrados, hoy estamos pasando a una creencia infortunada y generalizada sobre la maldad del sexo masculino. Por unos pocos protervos, se juzga...