Paris n'était plus qu'un souvenir

Hace muchos siglos, el rey Crespo lideraba el país de Sandur junto sus caballeros y un misterioso hechicero. Después que el obispo le obligara a buscar mujer e hijastro, el rey tubo que iniciar una guerra contra su país enemigo utilizando la extraña magia del hechicero.

Karen Preston se ve obligada a viajar a Funchal, Madeira, para tratar de convencer al despiadado J. W. Bernades de que ella y su hermano, Robert, son buena gente. Sin embargo, nada más llegar a la isla, Karen sentirá que los problemas crecen en proporción a sus miedos y fobias. El susodicho no aparece, todo el mundo se pone en su contra y, por si fuera poco, conoce a un atractivo isleño que la seduce nada más aterrizar en la capital provocando que olvide a menudo el motivo de su visita, y haciéndola vivir situaciones de los más descabelladas en su, hasta ahora, ordenada y pulcra vida....

Nathan McCann es un hombre amable, sin hijos, con una vida lineal y mon�tona. Durante una cacer�a al amanecer, encuentra un beb� abandonado y en su gris existencia se enciende una luz inesperada. Para sorpresa de su esposa, Nathan decide adoptar al beb�, pero la abuela biol�gica aparece para evitarlo. Quince a�os m�s tarde, Nathan, ahora viudo, encuentra en la puerta de su casa al ni�o, abandonado una vez m�s y convertido en un adolescente agresivo y arrogante al que su abuela es incapaz de controlar. As� comienza el camino de Nathan y Nat, lleno de encuentros y...

Tory Bradbury era una mujer divida entre dos amores, pero, como solo podía casarse con uno, decidió escoger el que le ofrecía más seguridad y le dijo adiós al hombre cuya presencia le hacía temblar... Poco después, el destino le demostró que nada en la vida podía ofrecerle esa seguridad que tanto anhelaba. Ya de viuda, Tory nunca esperó volver a encontrarse con aquel viejo amor, pero Adam Reed, el sexy y peligroso soltero al que tanto miedo le había dado entregar su corazón años atrás, volvió. Adam aseguraba que había vuelto solo para hacerla reír, pero Tory veía en sus ojos ...