MAESTROS ILUMINADOS 9

Resumen del Ebook

El cielo y el infierno, no son geográficos, si vas en busca de ellos, nunca los encontrarás por ningún lado, porque están dentro de ti, son psicológicos. La mente es el cielo y la mente es el infierno, y la mente tiene la capacidad de convertirse en ambas cosas, pero la gente sigue pensando que todo está en algún lugar afuera. Siempre seguimos buscando todo afuera, porque estar adentro es muy difícil, somos extrovertidos, si alguien dice que hay un Dios, miramos al cielo, en algún sitio sentado allí estará la persona divina. El miedo está dentro de ti, entonces el miedo se proyecta como un infierno, el infierno es solo una imagen proyectada, en la pantalla del miedo que hay dentro de ti, la ira, los celos y todo lo que es venenoso en ti, todo lo que es malo en ti. El cielo es nuevamente una imagen proyectada, en la pantalla de todo lo que es bueno y hermoso, de todo lo que es bienaventurado dentro de ti. El infierno y el cielo están dentro de ti, ambas puertas están dentro de ti, cuando estás inconsciente, comportándote inconscientemente, ahí está la puerta del infierno, cuando te vuelves alerta y consciente, ahí está la puerta del cielo. El cielo y el infierno no están muy distantes, son vecinos, únicamente una pequeña valla los divide, puedes saltar esa valla, incluso sin una puerta. El océano no solamente está oculto tras las olas, también se manifiesta a sí mismo en las olas, está tanto en la superficie, como en la profundidad. La profundidad y la superficie no son dos cosas separadas, son dos polaridades del mismo fenómeno, el centro forma parte de la circunferencia, está tanto en la circunferencia como en el centro. Lo divino no es solo lo oculto, también es lo manifiesto, lo divino no es solo el creador, también es la creación, está tanto en este mundo como lo está en el otro. Hay un dicho zen: Todo está tan claro como la luz del día, no importa que esté escondido desde la antigüedad. Pero para ti, no todo está tan claro como la luz del día, eso no significa que la luz del día no exista, simplemente significa que tienes los ojos cerrados. Abre los ojos un poquito y la oscuridad comenzará a desaparecer, abre los ojos donde quiera que estés e inmediatamente, serás capaz de ver la profundidad de la existencia, una vez que tus ojos se hayan abierto, todo se volverá transparente. Ya eres lo que estás intentando ser, cuanto más lo intentes, más lo perderás, deja todo esfuerzo, solo acéptate a ti mismo y solo, sé eso, de repente, está ahí y siempre ha estado ahí, pero estabas buscando tan seriamente, que esa era la única causa de perdértelo.