Los primeros cristianos en Roma

En estos últimos días, el Espíritu Santo ha impulsado bastante a los seguidores de la Palabra, en el sentido de ganar almas.Esos seguidores, cuya diferencia es haber sido salvos por el Señor Jesús, se tornan Sus discípulos y pueden ser comparados a un pequeño arbusto empujado por un viento muy fuerte. Si no se inclinaren, respetando el momento en que pasare el viento, se partirán a la mitad y no subsistirán más. Así deben mantenerse los que aceptaron la Palabra del Señor: totalmente a disposición del Espíritu Santo, a fin de cumplir la misión para la cual fueron llamados.

No hay duda que el mundo est� en problemas. Vemos tragedia en las calles y violencia en las noticias. O�mos debates politicos m�s y m�s divisivos que destacan las divisions profundas y amargas en nuestra sociedad. Sentimos el dolor y la confusion de una cultura que parece estar derrumb�ndose. �C�mo explicamos tanto caos? �C�mo vivimos con tanto alboroto? Y hay alguna esperanza para la paz en nuestro tiempo? Como uno de los m�s respetados maestros b�blicos, el Dr. David Jeremiah es la voz perfecta de ayudarnos responder a esas preguntas. Y en Escape la noche que viene, el ...

El problema más grande del siglo XXI no es la falta de recursos, sino la falta de esperanza. Y definitivamente, el hombre moderno carece de ella. En todos los rincones de la Tierra notamos que abunda la guerra, el terror, la calamidad, la pobreza, la maldición y el sufrimiento. '¿Acaso habrá alguna esperanza para esta generación?' Los principios aquí establecidos cambiarán tu actitud, para que puedas conquistar y señorear sobre cualquier circunstancia. Cuando alguien cree que La fe en Dios mueve montañas, experimentará los milagros a cada momento.

Cristo no vino a llamar a los santos, sino a hacer santos a los débiles, a los torpes y a los pecadores. Por eso los santos no son solo modelos imitables de santidad, sino recordatorios del poder de la gracia de Dios, mayor que cualquier defecto humano. No pocos santos tuvieron que luchar contra tentaciones muy similares a las que sufrimos hoy. Para ejemplificarlo, Goodier acude a la historia de un mercenario adicto al juego, de un adolescente repudiado por los suyos, de una mujer noble de mala reputación y un noble misionero que ve fracasar muchos de sus esfuerzos, un capellán real que...