La chica de la cinta azul

No me gustan las sinopsis. Y, por mucho que quisiera —que no quiero—, sería una pena resumirte la historia que cuentan estas páginas. Si aun así quieres saber más, el prólogo te podrá ayudar a descubrir dónde está el Archipiélago... Seguro que te suena. Lo que sí que me gustaría es aprovechar estas líneas para hablar de esos libros que te atrapan. Esos libros de aventuras, de fantasía, esos libros que te trasladan a un mundo tan especial, tan diferente y tan mágico que durante unos días te obligan a quedarte a vivir allí. Esos libros que hablan de Madrid, de sus calles,...

Capturar al asesino que acechaba a la comunidad de metamorfos debería haberle valido a la serpiente Lindi Parker y a su nuevo novio, el metamorfo Kade Nevala, unas vacaciones. En vez de eso, se ganaron una cesta de bebés lamia y un montón de problemas. Algunos metamorfos piensan que no se debería dejar viva a ninguna lamia. De hecho, una facción de metamorfos liderada por una manada de hombres lobo en particular está decidida a acabar con Lindi como sea. Kade y Lindi deben usar todas sus habilidades para asegurarse de que las lamias no vuelvan a desaparecer. Pero ganar podría costarles ...

Llegando a su hogar marital en las profundidades de la Selva Negra, Aldine se establece con su nuevo marido y su familia. Pero la pacífica fachada de la mansión familiar Graven esconde secretos. El primero: ella no es la primera esposa que su marido ha traído a casa.

No hieles, viento, ahora, que se duerma mi cielo hasta el día y la aurora. No lo dejes de hielo. No lo dejes de hielooó... No lo dejes de hielooó... Que estoy enamorada de su mata de pelooó... Pasa, paz, por su frente, tu mano sosegada. Pasa, paz, de repente, que estoy enamorada. Nocturno mediodía, no levantes el vuelo. Alma mía, alma mía, no lo dejes de hielo. No madrugues, rosada: no vengas hoy de prisa, que estoy, enamorada, fuera de mi camisa. Está que arde la nieve con la luna lunada; está que arde la nieve de verme enamorada. Dedos de terciopelo quisiera para cada caricia de mi ...