La brújula del placer

Acariciar lo torcido es revolucionar. Tenemos el derecho a estar tristes, a la imperfección, a quedarnos una temporada al costado de la ruta viendo cómo pasan los autos. Derecho a decir que no, a mostrar la panza y pelear con la heteronorma. Podemos autopercibirnos deformes, horribles, intrascendentes. Tenemos derecho a dudar, a equivocarnos y a tomar el colectivo en la vereda de enfrente. La sexualidad es la que inventamos y no la que consumimos. Asumamos el derecho a la desconfianza de los que piensan bien, a la crítica de lo que no nos gusta. No hay deconstrucción posible sin haber...

Después de un instructivo recorrido por las teorías psicoanalíticas, estructuralistas y sistémicas sobre la función de la palabra y del lenguaje, el autor presenta una gran variedad de casos clínicos de su práctica, que muestran la eficacia del diálogo en la terapia familiar breve. Con mucho sentido del humor y simpatía, De Shazer vuelve en este libro a los orígenes de la psicoterapia para constatar que desde Freud todo el desarrollo de las prácticas terapéuticas se basa en algo misterioso que pasa en el diálogo entre terapeuta y cliente. A partir de las historias que han ido...

In an effort to contribute to the field of history of psychology, this book proposes the construction of historical processes in order to transgress the universal perspective of the history of the discipline, by introducing a theoretical and methodological discussion, with consideration of stories.

Gestionar nuestras emociones es necesario para superar las situaciones difíciles que, a todos en algún momento, nos regala la vida. Para ello, es necesario adquirir ciertas habilidades que nos permitan poder manejar adecuadamente estas emociones y así lograr convivir con el dolor de mejor manera y superar la adversidad con mayor eficacia. Con frecuencia nos conformamos con "vivir" cuando de lo que se trata es de "vivir bien". Sin apenas darnos cuenta, por rutina, conformismo o simplemente por no darnos el valor que realmente merecemos, nos convertimos en espectadores de nuestra vida...