En la casa

Buscando a la esposa perfecta Charlotte Wilcox, hija de un baronet sin fortuna, se siente feliz en su hogar y no le preocupa el hecho de que, a sus veintitrés años, aún permanezca soltera. Pero su familia no opina de igual modo y la presiona para que encuentre un marido que la mantenga. Con ese fin viaja a Bath y se pone en manos de su tía Margaret, que se encargará de instruirla para que consiga una adecuada oferta de matrimonio. A Charlotte le resultan absurdas las estrictas normas por las que se rige la sociedad aristocrática, y se teme que nunca conseguirá convertirse en la esposa...

"Era tan parecida a su madre que cuando él de pronto la miró, ella supo que él deseaba que fuera Abigail. Ahora se daba cuenta de que también había algo más: una paciencia, un anhelo. El modo en que ella imaginaba a un devoto cultivador de bonsáis parado junto a un árbol". Con una prosa lírica y por momentos irónica, Abigail explora las profundidades de la pérdida y la soledad a través de la vida de una adolescente nigeriana forzada a viajar a Londres con un pariente de escasos escrúpulos. Abani aúna su talento como poeta y su capacidad de narrador, dando lugar a un relato...

Una novela de corte señorial y drama romántico, donde las intrigas se conjugan con el amor y los inventos tecnológicos para pintar un cuadro vívido de Inglaterra y Francia a principios del siglo XX. Ronald Morrison es un ingeniero inventor lleno de deudas. Vive con Sara, su mujer, que se encuentra muy enferma, y su pequeña hija Diana. Ronald es estafado por Norman, su cuñado, y un banquero francés, Armand Leblanc amigo de este. Ambos le roban su invento. Al mismo tiempo muere su esposa y él se queda solo con la pequeña Diana. Norman, aprovechándose del lamentable estado de su...

No has conocido a nadie como ella... Vuelve el autor español de thriller más leído en todo el mundo. Antonia Scott es especial. Muy especial. No es policía ni criminalista. Nunca ha empuñado un arma ni llevado una placa, y, sin embargo, ha resuelto decenas de crímenes. Pero hace un tiempo que Antonia no sale de su ático de Lavapiés. Las cosas que ha perdido le importan mucho más que las que esperan ahí fuera. Tampoco recibe visitas. Por eso no le gusta nada, nada, cuando escucha unos pasos desconocidos subiendo las escaleras hasta el último piso. Sea quien sea, Antonia está segura ...