El secuestrador de mentes

Una arrebatadora novela de amor, aventuras y emociones a flor de piel. Una joven que huye de su poblado para evitar un matrimonio concertado. Dos hermanos que buscan cumplir un sueño y vivir en un palacio. Un guerrero que encuentra la mujer de su vida, aunque tiene prohibido amar. Una madre que no puede ver crecer a su hijo. La bella Alika huye de su poblado para evitar un matrimonio concertado con el jefe de la tribu. Un manto mágico, tejido por su madre, y el encuentro con dos hermanos que buscan una nueva oportunidad en Oriente, la salvará de una muerte segura en el angosto desierto...

♥ Soy Mavrud y utilizo la menstruación para resolver casos antes de que muera alguien gracias a mis sentidos en solo 5 días. No soy Belga ni estuve en la guerra. No soy inglesa ni me excitan los asesinos en serie. Soy rusa y evito que las mujeres acaben siendo un cadáver y el protagonista su asesino. No resuelvo casos de víctimas sino de mujeres cuyas vidas cambian drásticamente y necesitan la ayuda de otra mujer que no las juzgue, ni critique o las llame "exageradas", sino que resuelva el misterio del cambio de su vida. Nº 1 de la Serie - La Desaparición del Arte: Feli, es una...

El Centro Histórico es punto de referencia para cuando hablar de horror se trata, es una zona donde alguna vez su nomenclatura se debió a hechos siniestros que allí ocurrieron. Dentro de estas páginas encontrará leyendas tan emblemáticas como La Llorona, La Quemada, La tenebrosa boda del templo de La Merced, El fantasma de la monja, entra otras, que le han dado temor al mundo entero.

A Eduardo Arrollo lo tiranizan los recuerdos. Su mundo está minado por fantasmas del pasado porque lleva consigo la pesadísima losa del remordimiento. Por eso abandonó su isla y se fue a una ciudad innombrada pero identificable con cualquier ciudad cuyas ventanas se nos revelen como fantasmagóricos nichos. El trabajo de Eduardo Arrollo consiste en preparar a los muertos para su último viaje. Pero eso no basta. Deberá esquivar las trampas que le pone su remordida conciencia para que su oficio no le ciegue. Pero eso tampoco basta porque los cadáveres están ahí, por todas partes, a la...