Molière, cuyo nombre verdadero era Jean-Baptiste Poquelin, nació el 15 de enero de 1622 en París, Francia. Es reconocido como uno de los dramaturgos más grandes de la literatura francesa y una figura central en la historia del teatro occidental. Molière es famoso por sus comedias satíricas que abordan defectos humanos y temas sociales, lo que le ha asegurado un lugar preeminente en el canon literario.
Desde joven, Molière mostró interés por el teatro. Tras la muerte de su madre en 1633, su padre, tapicero de la corte, intentó que su hijo continuara con la tradición familiar. Sin embargo, el joven Poquelin se sintió atraído por las artes escénicas y, en 1643, se unió a una compañía teatral francesa llamada Illustre Théâtre. Esta experiencia marcó el comienzo de su carrera en el mundo del teatro.
Después de varios años de lucha y escasos reconocimientos, Molière se trasladó a la provincia de Narbona, donde fundó su propia compañía de teatro. En 1658, su grupo presentó una obra en la corte del rey Luis XIV, quien quedó impresionado por su talento. A partir de ese momento, Molière se convirtió en un favorito de la corte y recibió el apoyo del rey, lo que le permitió consolidar su carrera.
La obra más famosa de Molière, Tartufo, se estrenó en 1664 y abordó la hipocresía religiosa. Esta obra generó controversia y provocó la ira de algunos sectores de la sociedad, incluidos los religiosos. A pesar de las críticas, Molière continuó explorando temas como la avaricia, la hipocresía y las relaciones humanas en otras obras notables como El enfermo imaginario, Las mujeres sabias y El misántropo.
- El enfermo imaginario (1673): Esta fue la última obra que escribió antes de su muerte y es una sátira de la medicina y los médicos de la época.
- Las mujeres sabias (1672): En esta obra, Molière aborda el matrimonio y la educación de las mujeres, presentando personajes que desafían las normas de género de su tiempo.
- El misántropo (1666): Una de sus obras más profundas, en la que el protagonista se enfrenta a la hipocresía de la sociedad.
A pesar de su éxito, la vida de Molière estuvo llena de tensiones, especialmente en su relación con el público y la crítica. La sociedad de su tiempo era profundamente moralista y tradicional, lo que a menudo chocaba con la visión artística de Molière. A pesar de esto, su genio creativo y su capacidad para conectar con la audiencia a través del humor lo convirtieron en un ícono del teatro.
En el ámbito personal, Molière se casó en 1662 con Armande Béjart, una actriz de su compañía, quien era 20 años más joven que él. Su relación fue tumultuosa y estuvo marcada por celos y desconfianza, reflejando en cierta medida las complejidades de sus personajes en el escenario.
Molière falleció el 17 de febrero de 1673, poco después de una representación de El enfermo imaginario. Su muerte ocurrió en un momento en que la obra estaba siendo muy discutida y, a pesar de las críticas y la controversia que a menudo le rodearon, su legado perdura hasta el día de hoy. Molière es considerado el padre de la comedia moderna y su influencia se aprecia en múltiples géneros y estilos teatrales.
En resumen, Molière no solo dejó un vasto catálogo de obras que continúan siendo representadas y estudiadas en la actualidad, sino que también estableció un nuevo estándar en la comedia que desafía las normas sociales y explora la condición humana con agudeza y sátira. Su capacidad para capturar la esencia de la sociedad de su tiempo, junto con su talento para el humor, lo ha convertido en una figura eterna en el mundo del teatro.