Atentamente, tu asesina

Mamá y papá han pensado largo y tendido sobre si ir de vacaciones este año. Y aún más dudas de si debíamos ir al mismo campamento. Todos esos recuerdos... Pero ya ha pasado casi un año desde ese terrible día: quieren volver a abrazar la vida. Trato de recordar las cosas bonitas, pero ese hormigueo en mi panza no desaparece. Todas las cosas que solía hacer con mi hermanita. Y todas las cosas que teníamos pendiente de hacer, pero que ahora nunca haremos.

“Las personas me vuelven a ver cuándo paso junto a ellas. Ellos saben a dónde voy. Mis pies casi tropiezan en el pavimento desigual de la calle adoquinada cuando siento la mirada de Mark en mí. Esta es la única vez que se da cuenta de mí – por una razón que desearía que no existiera. Todas las otras veces quiero que me vea – en la escuela, en la plaza del mercado, en las fiestas de mis compañeros de clase – sus ojos saltan sobre mí. Soy una loba vestida de oveja para estas personas. Una amenaza potencial. Ya sé lo que va a pasar una vez que llegue a la clínica. Me darán...

Sacha Winters is cursed. An old prophecy states he will die at 18. To make matters worse, his death will set off a terrible chain of events. Taylor Montclair leads a very normal life except that she appears to be the one person who can save Sacha from his fate. The only problem is she doesn't know him. He lives in Paris and she lives in London. They have just eight weeks to meet and the clock is already running

Pepa Guindilla tiene dos padres, una madre, dos casas y un vecino insoportable. Reparte la vida entre sus dos hogares y le va bastante bien. El único problema es Odioso Chivato, el vecino del bajo, su archienemigo irreconciliable. Con un optimismo que invita a la carcajada, las andanzas de Pepa Guindilla siguen la tradición de las historias de El pequeño Nicolás o Christine Nöstlinger. Una sucesión de aventuras desternillantes que invitan también a la reflexión gracias a la mezcla de ternura, sorpresa y desenfado. Pepa no pretende revolucionar la vida de los que la rodean, pero cada...