Me perteneces

El sexy millonario Dom Finn Anderson nunca supo su nombre, y ahora la sexy y conmovedora hembra había huido de él, de su toque, de la intensidad de lo que había sentido en sus brazos. Aún podía saborear su dulzura, una mezcla de miel y vainilla en su lengua, y anhelaba más. Ella le había prendido fuego a su alma con sus pucheros y temblorosos grandes y tristes ojos y su cuerpo asesino. Lo sorprendió con su audacia, un lado tentador de sus deseos que él no creía poder mostrar normalmente. Su acto de confianza, su rendición, hizo surgir sus impulsos protectores de Dom. Necesita...

De entre los varios lugares comunes que pueblan la literatura contemporánea, el encuentro con la soledad y la muerte parece haber sido relegado a un lugar más en la anécdota, como si se tratara de una circunstancia pasajera, que no merece mayor reflexión. Armando Roa se arriesga en una dirección contraria: con una prosa reflexiva y trabajada a la manera de un poeta, construye personajes enfrentados con lo más desesperado de sus propias existencias y los pone al límite de la ideología, los sentimientos y las posibilidades humanas. El resultado es, por supuesto, estético, y confirma al ...

Wearing a dress that is splattered with blood and clasping a doll to her chest, Sylvie de Valaines, a four-year-old girl, wanders the streets of the small village of Anet. The year is 1626 and her entire family has just been murdered, likely on the orders of Cardinal Richelieu. When a young boy of 10—Francois de Borbón-Vendôme, the prince of Martigues—finds her, he brings her to his castle. Sylvie's gratitude to her savior promptly grows into love, a love that will face innumerable obstacles. She will become a lady in waiting to Queen Anna of Austria and a good friend to Madame...

A mi abuelo Graciano le llamaban "El Moro". Era de una fealdad inquietante. Su rostro de ojos rasgados y pómulos altos descendía hasta el rictus de unos labios apretados y húmedos de marcado perfil. Sería difícil precisar si aquellas facciones mongoloides obedecían a un antepasado oriental o a una genética familiar marcada por la endogamia y sus peores consecuencias. En su corta pero prolífica vida, mi abuelo Graciano engendró nueve hijos, tres de ellos subnormales. Sin embargo, el equívoco apodo lo heredó de su padre, Cecilio Asparren, un auténtico arquetipo vasco de ojos claros, ...

This English translation of Entre letras y ladrillos (Bilingual Press, 1996), an autobiographical novel written in the best of Miguel Mendez's baroque and conceptually intense style, evokes one of the most remarkable life histories of this century. Using his own "status as a Mexican Indian, wetback, and Chicano" as a yardstick, he takes us on a personal and collective voyage that culminates on a remarkable day in 1986 when he exchanged his job of full-time construction worker for that of full professor at the University of Arizona.