Desechos y humanos

El maestro del relato corto, Antón Chéjov, nos presenta tres cuentos de suspenso cuya narración nos sumerge en la historia, hasta el punto de poder sentir la angustia que viven los personajes a través de una pulcra caracterización del relato. El Miedo, En la Obscuridad y Una Noche de Espanto revelan un temor común... y tú, ¿a qué le tienes miedo?

Primero de la serie. Una mujer inteligente y sensata como Della Hadley debería haber sabido que no debía tener una aventura con un playboy italiano seis años más joven que ella. El problema era que el sexy Carlo Rinucci era sencillamente irresistible...Della estaba segura de que la pasión que había surgido tan rápidamente se apagaría a igual velocidad, por mucho que Carlo asegurara que su amor era para siempre. Pero Carlo era italiano por los cuatro costados y tenía intención de conquistar el corazón de aquella mujer y de convertirla en su esposa.

Primero de la saga. Esposo de alquiler. Con unos ojos negros como la noche y la habilidad de adivinar cualquier secreto, Nick Valkov era el tipo de hombre del que cualquier mujer inteligente huiría. Pero las circunstancias hicieron que una chica sensata como Caroline Fortune acabara pidiéndole a aquel atractivo desconocido que se casara con ella. La fortuna familiar estaba en las manos de Nick, pero Caroline no estaba preparada para resistir sus apasionados abrazos... y no sospechaba que un matrimonio de conveniencia como aquel pudiera dar lugar a algo tan peligroso. El millonario. Hacía...

Se llamaba Koldo. Estaba traumatizado, pero era poderoso, y tenía un legendario control sobre sí mismo. Solo vivía para vengarse del ángel que, cruelmente, le había arrancado las alas. Sin embargo, si se rendía por completo a las fuerzas del odio, se condenaría para toda la eternidad. Nicola Lane había nacido con una enfermedad cardíaca; sin embargo, aquella humana tan frágil demostraba una asombrosa fuerza para enfrentarse a los demonios que la acechaban y trataban de acabar con ella. Era la clave de la liberación de Koldo... y su ruina. Aunque él luchó contra el deber, el...