Jack Stone
Los problemas siempre suelen ir tras los hombres como Jack Stone. En esta ocasión llegan de la mano de un viejo amigo del colegio que le pide un favor por el que piensa pagarle 1.000 libras, sin hacer preguntas. El trabajo que le ofrece parece sencillo, conducir por la noche hacía el sur, recoger cierta mercancía y llevarla de vuelta al norte. Así de simple. Pero a Jack no le gusta hacer las cosas «sin hacer preguntas». Cuando algo suena demasiado bonito para ser verdad, por lo general nunca lo es. Así que Jack no acepta el trabajo. Para cualquier otro hombre ese hubiera sido el final...