Proteger las moradas
En Proteger las moradas, la palabra, desde su claridad y transparencia, también desde su lirismo, se vuelve rumor, invocación y súplica, para preservar aquello que más importa: lo desatendido, lo precario, lo que pasa desapercibido, lo desacostumbrado, lo pequeño...; de ahí parte y se eleva el canto. Porque la poesía sigue siendo ese especial saber sobre el alma, de que María Zambrano hablara. José Luis Puerto renueva aquí su indagación interior, su viaje a la esencia, con una escritura al tiempo enraizada y transformada, que nos brinda revelación y consolación, belleza y luz...