El destripador de textos

Como un músico de jazz, como un cantaor flamenco, como un salsero caribeño, como un percusionista africano. Surge la nota desde la propia sangre, y es la vida la que suena entre exhalaciones y ritmos. El sudor en la frente, el éxtasis de la debacle, el amor a la autodestrucción subyacente en la piel.