Al anochecer

Al anochecer. Emilia Pardo Bazán Fragmento de la obra En la vereda solitaria se encontraron a la puesta del Sol los dos hombres del pueblo. Venían en contrarias direcciones. El uno regresaba de dar una ojeada a sus viñas, que empezaban a brotar; el otro había asistido, más bien curioso, al suplicio de cierto Yesúa de Nazaret, y bajaba de la montañuela para entrar en la ciudad antes que los portones y cadenas se cerrasen. Se saludaron cortésmente, como vecinos que eran, y el viñador interrogó al ebanista: —¿Qué hay de nuevo en la ciudad, Daniel? Yo estuve abonando mis tierras,...