Como era en un principio
En 1987, Adela pierde el reloj de oro y diamantes que su marido Antonio le había regalado cuatro meses antes. A pesar de que lo busca con ahínco -en la oficina, en casa, en la calle-, nunca lo encuentra. Ella cae en una depresión, se siente torpe, fracasada. En 2019, Adela recibe en el trabajo, y a pocos días de jubilarse, un sobre sin sello y sin remite con el reloj que había perdido treinta y dos años antes. Esta aparición la deja muda y revela dos certezas: que alguien de su entorno lo robó y que ese alguien la ha odiado lo suficiente como para hacerla sufrir durante más de tres...