Noches de invierno

Jill Shalvis es una prolífica autora estadounidense conocida por sus novelas románticas contemporáneas. Nacida en el seno de una familia numerosa, Shalvis ha encontrado en la escritura una forma de explorar el amor, la amistad y los lazos familiares, temas recurrentes en sus obras.

Desde joven, Shalvis mostró un fuerte interés por la lectura y la escritura. Creció en una pequeña ciudad de California, donde pasaba horas inmersa en los libros, lo que la llevó a soñar con convertirse en escritora. Después de completar su educación secundaria, decidió perseguir su pasión y se trasladó a la universidad, donde estudió Comunicación y Escritura Creativa.

La carrera de Shalvis como autora comenzó de manera modesta, pero rápidamente ganó reconocimiento en la industria literaria. Su primer libro fue publicado en la década de 2000, y desde entonces, su producción no ha hecho más que aumentar. Ha escrito más de 25 novelas y ha sido galardonada con varios premios importantes, incluyendo el Rita Award de la Asociación de Escritores Románticos de América.

Una de las características más destacadas de su escritura es su habilidad para crear personajes memorables y entrañables. Las historias de Shalvis suelen desarrollarse en entornos exóticos y pintorescos, lo que añade un atractivo adicional a su narrativa. Los lectores la adoran por su sentido del humor agudo y su talento para entrelazar romance con situaciones cotidianas y realistas.

Entre sus obras más populares se encuentran las series Lucky Harbor y Wildstone. La serie Lucky Harbor presenta la vida de tres hermanas que enfrentan desafíos personales y románticos en un pintoresco pueblo costero. Esta serie ha sido especialmente bien recibida por su enfoque en la familia y la comunidad, junto con el humor característico de Shalvis.

Además de sus novelas, Jill Shalvis también ha escrito historias cortas y ha contribuido en antologías, lo que demuestra su versatilidad como autora. Su capacidad para conectar con los lectores a través de sus historias es una de las razones por las que ha creado una base de seguidores leales que esperan con ansias cada nuevo lanzamiento.

En la actualidad, Jill Shalvis continúa escribiendo y explorando nuevas historias que resuenan con el público. A través de sus redes sociales, se mantiene en contacto con sus lectores y comparte fragmentos de su vida cotidiana, así como información sobre sus proyectos literarios. Su dedicación a su oficio y a sus fans es evidente en cada detalle que comparte.

La pasión de Shalvis por contar historias que conectan emocionalmente con sus lectores la ha establecido como una figura destacada en la literatura romántica contemporánea. Con cada nuevo libro, ella demuestra que el amor en todas sus formas es un tema que siempre será relevante y que vale la pena explorar.

En conclusión, Jill Shalvis es una autora cuyo trabajo ha dejado una impresión duradera en el género de la novela romántica. Su habilidad para contar historias cautivadoras y su enfoque en la familia, el amor y la amistad la convierten en una escritora excepcional a la que vale la pena leer.

Era la mujer con peor carácter que había conocido. Realmente había gente poco agradecida. Después de salvar a Kyle Moore de aquel tipo, la princesa Andrea Brunner esperaba al menos un poco de gratitud, pero aquel arrogante se empeñaba en afirmar que había sido él el que la había salvado a ella. ¡Eso era imposible! Andrea siempre era la que rescataba a los demás, así que lo mejor era olvidarse de aquel policía engreído. La lástima era que él parecía no querer darse por enterado, de hecho, daba la impresión de que había decidido hacer todo lo posible para resultar inolvidable.

Qué hacía una princesa en un rancho de Texas... Había ido de primera a tercera clase, le habían robado, después se había calado en mitad de una tormenta y finalmente había acabado perdida en un rancho lleno de animales aterradores... En resumen, la princesa Natalia Brunner había tenido días mejores que aquel. Si no hubiera sido por el oportuno rescate de aquel guapísimo cowboy, se habría dado por vencida. Pero, como en las viejas películas del oeste, el sexy Tim Banning iba a pedirle que se olvidara de la corona y se quedara por allí un tiempo...

Qué hacía una princesa en un rancho de Texas... Había ido de primera a tercera clase, le habían robado, después se había calado en mitad de una tormenta y finalmente había acabado perdida en un rancho lleno de animales aterradores... En resumen, la princesa Natalia Brunner había tenido días mejores que aquel. Si no hubiera sido por el oportuno rescate de aquel guapísimo cowboy, se habría dado por vencida. Pero, como en las viejas películas del oeste, el sexy Tim Banning iba a pedirle que se olvidara de la corona y se quedara por allí un tiempo...

Un artefacto narrativo que usa el timbre como recurso para llevar adelante un relato oscuro e inquietante que sofoca desde el centro de la página. Así se constituye en una obra que provoca y perturba y que, más importante todavía, no se agota en la primera lectura.Trazos de una anécdota, huellas de una escena, presencias borroneadas, indicios y espacios en blanco dan lugar a una escritura que se comprime para dejar escapar sólo pequeños fragmentos, a través de los cuales nos aproximamos únicamente al esqueleto de una historia quebrada, en donde los brevísimos segmentos se van...

A once selfish giant welcomes the children to his previously forbidden garden and is eventually rewarded by an unusual tiny child.

Um padre contrata um detetive para seguir pistas que provavelmente os levarão a partituras perdidas de Johann Sebastian Bach, que segundo alguns pesquisadores, acredita-se ter nascido em Portugal e migrado para o Brasil antes de ser levado para a Turíngia e ser adotado pela família Bach. Este livro (na língua original, portuguesa) ganhou o prémio Fnac/Teorema, em 2004. Aqui, com tradução de Ana Márquez.

Lo único que no podía hacer era enamorarse de su marido. Claudia Ramsey estaba muy agradecida al señor Thomas Tait-Bullen por todo lo que había hecho por su tío abuelo, por eso aceptó encantada su proposición de casarse con él por conveniencia. Pero se acercaban las navidades y Claudia estaba empezando a romper todas las normas... ¡se estaba enamorando de su marido!