La fuerza de un imperio

Entre el Tigris y el Éufrates se encuentran los territorios más deseados por los bárbaros, entre ellos la ahora pacífica ciudad de Akkad. Han pasado ya seis semanas desde que los bárbaros de Alur Meriki fueran derrotados a las afueras de la nueva muralla de Orak, y la ciudad ha sido rebautizada como Akkad. Eskkar y Trella son ahora sus gobernantes, aunque las dificultades aparecen casi por sí solas. Después de que acabara el desesperado y escalofriante asedio, todo el mundo pensaba que la paz y la prosperidad volverían pronto. Pero las viejas costumbres tardan en desaparecer, y...