Trío: Conoce a los vecinos
La miré mientras se arrodillaba frente a mí en la cama. Despacio, nos acercamos la una a la otra como si fuéramos atraídas por un imán invisible. Gemí cuando sus labios encajaron con los míos y nos besamos de la forma que se había besado con Bella. Pasé mis brazos alrededor de su cuello y ella me agarró por la cintura. Nuestras lenguas lucharon con frenesí y ambas jadeamos de placer al mismo tiempo. Deslizó la mano hasta cogerme el pecho y volví a gemir de placer. No sabía cómo hacer el amor con una mujer, por lo que pensé que si le hacía lo mismo que ella me estaba haciendo...