Malas compañías
Desesperado por encontrar un rumbo en su vida tras la muerte de su hermano, Peter Jackson se une a una organización que le ofrece una familia y un sustento a cambio de su silencio y total lealtad. Demostrando su talento innato dentro de la organización, Peter le es encomendada la tarea de esperar y seguir a una joven profesionista que llega al aeropuerto de Baltimore el veinticinco de noviembre del dos mil dieciséis. Siguiendo el plan trazado para la joven, Peter junto con sus compañeros logran introducirla a un ritual ancestral.