Ni tan chéveres ni tan iguales
Ante un Estado que niega la realidad y apela al artificio de un mundo feliz hecho de simulacros y falacias, el ser "chéveres" se advierte como una máscara, el espejo trucado que nos perpetúa en el autoengaño, incapaces de asumir nuestro destino. Frente al colectivismo oficial que uniforma y masifica, urge rescatar la identidad individual y lo múltiple como único contrapeso a la inquisición igualitarista. En plena urgencia de definiciones, las diferencias entre ser hombre y ser mujer en Venezuela no solo se manifiestan en los valores y conductas que rigen la vida social del país:...