Constitución española
La Constitución Española de 1978, como norma suprema y fundamental del ordenamiento jurídico del país y de la convivencia de los españoles entre sí, destaca por su incuestionable importancia para todos los ciudadanos, ya que garantiza los derechos que afectan a su ámbito personal y patrimonial, y establece los deberes que les corresponden como miembros de una sociedad constitucionalmente organizada. Ya la Constitución de 1869 declaraba en su Preámbulo: «...es preciso que el individuo tenga garantizados sus propios derechos por algo que no dependa de la voluntad movible y tornadiza...